Ambos son conceptos que me inquietan bastante y como compartía hace poco son motivos de investigación para mi.
Hablemos sobre el tiempo
Pareciera que cuando hablamos sobre el tiempo, la referencia es a este artefacto que los seres humanos inventamos y que se llama "reloj". De alguna manera este instrumento, mide y fracciona el tiempo en horas, minutos y segundos, haciendo de él una medida absoluta.
Leía, que obtuvo gran preponderancia en la época de los ferrocarriles, para que la gente pueda tener una referencia del momento en que el tren pasaba y poder llegar a abordarlo.
¿El tiempo es absoluto o relativo?
Esto para mi fue un gran descubrimiento. Yo pensaba que el tiempo era absoluto con medidas exactas y demás, hasta que conversando con alguien, me dice, - ¿para vos el tiempo pasa rápido o pasa lento? - . En ese momento mi respuesta fue - y.... depende -. Hay momentos que parecen una eternidad... sobre todo cuando quiero que algo se termine, mientras que en otras situaciones digo, el tiempo se pasó volando; no se en que momento pasó todo esto que pasó.
Entonces, ¿el tiempo es absoluto o relativo?. Pude mirar gracias a esta conversación que la forma en que el tiempo pasa depende de mi estado de ánimo, de que tanto me estoy divirtiendo o me estoy aburriendo, en fin... pude mirar de que el tiempo es relativo.
Si profundizamos un poco más y nos vamos a la física cuántica, podemos encontrar de que el tiempo transcurre a distintas velocidades en función a la altura en la que nos encontremos. Dicho en otras palabras, el tiempo correrá más rápido para el que vive en un décimo piso, que para quien vive en el primer piso. Creer o reventar, pero Einstein fundamenta lo que acabo de mencionar en su teoría de la relatividad.
¿El tiempo pasa o nosotros pasamos?
Esta conversación la tuve hace muy poquito y salió de la reflexión de la frase, "el tiempo se pasa volando", a lo que la persona con la que conversaba me dice, - el tiempo no pasa, el tiempo es algo que siempre estará -. En este espacio breve que tenemos de vida, somos nosotros los que pasamos, el tiempo se queda aquí y estará inclusive cuando nosotros ya no estemos más.
El Instante
En mis clases de Cálculo Financiero en la Universidad, cuando llega el momento de explicar la tasa de interés instantánea, conversamos sobre el instante. La conversación es algo así, comenzamos diciendo que un día tiene 24 horas, lo que es equivalente a 1.440 minutos, 86.400 segundos y 86.400.000 milisegundos... Entonces cuando la cantidad de partes en las que dividimos al tiempo se acerca al número infinito, hablamos del instante. Será esa medida infinitamente pequeña en la que nuestra vida se fracciona.
¿Qué valor le das vos al instante?
Creo que aquí llegamos al punto álgido de la cuestión. Si nuestra vida son instantes, que valor le damos a cada uno de ellos. Algunos dirán, para que preocuparnos, si tenemos muchos.... ¿Tenemos muchos?
Creo que empezamos a tomar noción de que no son tantos, cuando de repente queremos volver a vivir determinadas situaciones y nos damos cuenta de que se fueron en un instante.
En un instante, el avión partió, en un instante tomamos una decisión que puede habernos cambiado la vida radicalmente y para siempre. En un instante perdimos a alguien que queríamos. En un instante conocimos al amor de nuestra vida. En un instante nació nuestro hijo o hija. En un instante ya está en la Universidad...
¿Entonces que valor le doy yo al instante?
En una fiesta, hace 15 años atrás, esto que comparto empezó a tener sentido. Por un momento quedé frenado en la pista de baile contemplando lo que pasaba. Las sonrisas, los pasos que mis amigos daban, los besos en la pista, la música que sonaba, las luces, el decorado....en fín como un escaneo de la situación...Una amiga se acercó y me preguntó que hacía parado ahí... mi respuesta fue... - "estoy grabando en mi memoria todo esto que está pasando, porque de alguna manera se que no va a volver a pasar". Puede que repitamos momentos similares en el futuro, pero no serán los mismos que vivimos en ese momento o. . . en ese instante.
Desde ese momento, empecé a tomar conciencia de como el tiempo transcurría, del valor que tenía para mi y como de alguna manera quería grabar todo. Se volvió una especie de obsesión por el instante. Lo escribo y esa sensación aparece en mi nuevamente. Fue desesperante porque sentía como los instantes se me escurrían de los dedos. Si lo miro ahora, mientras escribo este texto, millones de instantes desaparecen de mi vida y probablemente de la tuya también, si es que estás leyéndome.
La vida misma
Como una trampa mortal, la vida nos lleva justamente a la muerte. Una de las frases que más me hacen sentido en esto, es "La muerte está tan segura de ganar, que nos da toda una vida de ventaja"
Entonces empecé a calmarme, a mirar que el destino es inevitable, tarde o temprano, a todos nos llegará. Si bien es algo que todavía ocupa mis noches de insomnio y mis miedos más profundos, cada vez tomo más conciencia de que por ahora como humanidad, no nos queda otro camino.
Enfrentado a la necesidad de aceptarlo como un camino hacia la paz, hoy con mayor o menor conciencia, a veces lo logro y muchas veces no.
En esta ejercitación, también apareció la aceptación de lo efímero del instante. Me di cuenta de que cuando desesperadamente buscaba estar atento a todo, justamente el único resultado al que llegaba, como una paradoja, era ¡perderme de los instantes!
Aprovechando los instantes
La única que me quedó fue relajarme. . . ¡pero tampoco al extremo de que esa relajación me haga perder los instantes! jaja
Entonces en mi caso, como lo resolví.... o mejor dicho "como creo que lo resolví"...
Advertencia: Lo que sigue aquí me funcionó a mi... puede no funcionarte a vos...tomalo de referencia, no es la verdad.. y si te sirve genial.
1) Mirar a los ojos. Una de las acciones que más me llevó a aprovechar los instantes, fue mirar a las personas a los ojos. Si bien para algunos esto puede llegar a ser incómodo, se volvió algo infalible. Cuando miro a alguien a los ojos y esa persona me mira, se vuelve un espacio de conexión casi mágico, quedando grabado, en la mayoría de los casos, en mi memoria.
2) No te enrosques. Cuando una persona no quiere compartir tus instantes con vos, no te quedes enroscado. Cuando digo esto, de nada te sirve quedarte esperando que, como por arte de magia de repente decida estar con vos. Elige no estar y tendrá sus motivos para hacerlo. Entonces ante esa situación, rápidamente hacé otra cosa. Seguramente si revisas, tenés personas que si eligen compartir su tiempo, ¡¡¡conectate con ellas!!! o tenés un montón de cosas pendientes en agenda, que podes empezar a resolver. No te quedes enroscado, todo tiene su tiempo y espacio. Paciencia y seguí viviendo tus instantes. ¡¡No los quemes!!
3) Focalizá en lo que estás haciendo con tu cuerpo. ¿Les pasó de sentarse a comer de manera automática? Me refiero a no prestar atención a lo que estabas comiendo al punto de que lo devoraste sin darte cuenta. Estabas en el programa de televisión que daban en ese momento, en la conversación con quien estabas comiendo o vaya a saber en que planeta de la estratósfera estabas volando en tu mente. Si bien los momentos de la comida culturalmente son para socializar, también tenemos que estar en esos instantes en los que masticamos je, si no vamos a terminar comiendo más de lo debido, o calmando ansiedades con la comida... Esto es solo un ejemplo y con esto sumo otros más... Si estás jugando con tu hija o con tu hijo, jugá con ellos...conversando con tus padres, con tu pareja, miralos a los ojos. Si estás en una reunión de trabajo con otras personas, atendé a ellas...Puede que algo importante esté por pasar. Si estás en una fiesta, viví la fiesta, saltá, bailá, comé rico, conversá con amigos, celebrá si tenés que celebrar, porque te aseguro que esos momentos no van a volver a repetirse.
4) Aprendé a decir que no. Elegí con quien querés pasar tus instantes y con quien no. Elegí en que trabajo querés estar y en cuales no. Elegí los lugares a donde querés ir y a cuales no. La cultura, la moral, el quedar bien, el miedo al que dirán, a la incertidumbre o los efectos que pueden ocurrir - siento decirte que todo en la vida es incertidumbre - son grandes ladrones de nuestros instantes.
¿Cuándo decís que si o que no a algo en quién estás pensando? Si la respuesta es en los otros y en el que dirán...te invito a mirar, en donde quedás vos en esto, donde quedan tus intereses y coherencia para lo que en ese momento consideras bueno para vos. Esos instantes no van a volver. Elegí sabiamente. De lo más hermoso que hay es cuando descubrimos que lo que estamos haciendo es coherente con lo que decimos, haciéndonos cargo de nuestras elecciones con valentía.
5) No te arrepientas. Si ya elegiste y no salió como querías. Elegiste y punto. Con el diario del lunes todos los errores aparecen, los planteos de "que hubiera sido si"...Agradecé por estar vivo y por todos los instantes que viviste y que seguís viviendo. Todavía estás aquí.
¡¡A vivir con plenitud!!
Hasta la próxima.
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