Me encuentro ante este espacio como un lugar para expresar mis reflexiones referidas a las distintas temáticas y acciones que llevo adelante en mi día a día.
Busco de alguna manera practicar mi escritura y hacer un aporte para quien pueda llegar a servirle. Lo que escribo aquí no son verdades, sino más bien puntos de vista que voy teniendo.
Parte de lo que acabo de escribir más arriba se relaciona con mi aceptación. Primero en reconocerme aprendiz en el arte de escribir y saber que en este momento de mi vida elijo compartir de esta manera, aceptando que puedo equivocarme, no gustar o no llegar a ningún lector.
Es aceptar que estoy y estamos rodeados de incertidumbre en donde por más predicciones que realicemos no podremos controlar el futuro o nuestro destino en él. Cuando digo esto reflexiono que muchas veces soy capaz de agendar actividades, vacaciones, reuniones y demás. Pero de alguna manera siempre encomendado, a que parte de todo eso no es controlable ni perfilable a nuestros gustos y preferencias.
Quizá eso es lo que hace interesante el vivir. El saber que no todas las variables dependen de nosotros, que hay una parte de este juego que es más grande y más poderoso que nuestros propios deseos. Reflexiono que esto nos plantea el desafío de vivir en el asombro, ante la sorpresa de lo que pueda o no suceder en base a nuestros planes e ideas.
También nos encuentra frente a dolores y al sufrimiento, que como conversaba hace días pasados, también necesitamos aceptar. Cuando digo esto me refiero a que nuestra vida es un proceso y como tal tiene idas y vueltas. Necesita tiempos y espacios. Necesita que aprendamos a mirar con amor todo aquello que no es como lo quisiéramos o como lo esperamos. Entonces vamos a sufrir... ahora tranquilos. Vamos a sufrir hasta que logremos mirar que fue suficiente, que por más que algo nos genere dolor, no tiene porque generarnos sufrimiento. Sobre todo aquí necesitamos respirar y tener paciencia, reconociendo que ese sufrimiento es algo que necesitamos vivir en nuestro camino de aprendizaje. Y así como sea que nos esté sucediendo es perfecto.
La vida puede ser vista como algo largo o corto. Lo que si, para mi, está llena de oportunidades, que está en cada uno de nosotros, mirar y aprovechar.
Aceptar, para nada significa no tener objetivos, y en un mayor nivel de profundidad, un propósito en la vida. Ahora la ambición será en las variables que de mi dependan y que esté a mi alcance conseguir. La ambición, es algo que también busco cultivar. ¿Cómo combinar ambos y llegar a un estado de ánimo de serena ambición?
Esta pregunta no tiene una sola respuesta, o dicho de otra manera, infinitas opciones, ya que dependerá de para que lo queremos y por sobre todo de quien estemos siendo en ese momento.
La aceptación traerá paz y desde mi manera de ver y mi experiencia trabajando con personas y como ser humano conmigo, esa paz es a la que yo elijo llamarle felicidad.
Hasta un próximo encuentro!
Commentaires